lunes, 17 de noviembre de 2008

De nuevo en casa

Sevilla se echó a la calle, porque Sevilla entera conocía, que Dios caminaba por sus calles. Dios volvía a casa, tras unos meses en un exilio de gozo. El Señor se despedía de las monjitas que durante estos meses, han tenido el privilegio de dormir junto a Él, y que ahora quedan huérfanas...

Caía la tarde cuando Dios comenzó a caminar por Santa Rosalía rumbo a San Lorenzo, mientras a su paso, Sevilla se postraba ante su mirada. Tras Él, venía su Madre, quizás con un Mayor Dolor pues dejaba una casa, en la cual, no le ha faltado amor y devoción hacía Ella y su Hijo.

Si me tengo que quedar con algo, es con ver como el Señor salía de la que fue su casa durante años y años, para entrar en la casa que sus hermanos levantaron en su honor, y es que si grande es tu casa de San Lorenzo, aún más grande, si cabe, es tu casa Gran Poder de Sevilla, Dios de Sevilla.

Ya de nuevo estás en casa, en tu altar, viendo desde el mejor lugar de toda Sevilla, como día a día se acercan tus fieles a verte y besar tu Divino talón. Gran Poder de Sevilla, que el Viernes a tu paso hacías el silencio de los sevillanos, un silencio abrumador, que solo se hace contigo en la calle... Decirte que solo queda esperar a esa noche en la que cada año sales de casa, tu casa, para volver a hacer ese silencio que solo Tú puedes hacer Gran Poder, Señor de Sevilla.

miércoles, 12 de noviembre de 2008

Larga espera...

Este fin de semana ha concluido el tiempo de Glorias con un maravilloso doble broche de oro este año, como han sido las magníficas procesiones de Ntra. Señora del Amparo, de la parroquia de la Magdalena, y de Reina de Todos los Santos, esta última, desde el templo de Omnium Santorum.
La pena fue que ambas procesiones tuvieron lugar el mismo día, lo que dividió a la Sevilla Cofrade, pero eso sí, ambas procesiones estuvieron repletas de cofrades ansiosos de ver las que, bajo mi parecer, son las mejores procesiones de Gloria que se dan en Sevilla, debido al carácter que toman en la calle, llevando un orden muy cuidado, un andar magnífico (aunque este año me quedo con el gran "paseo" de la Reina de Todos los Santos, sin menospreciar el trabajo de los hombres de Ismael Vargas bajo el paso de Ntra. Señora del Amparo), y un repertorio muy meticuloso, compuesto por grandes composiciones de corte tanto alegre, como fúnebre.

Ahora ya solo nos queda la espera, esa espera que comienza el Domingo de Resurrección cuando entra el palio de la Aurora, pero esta espera, hasta ahora no se nos hace tan larga como se nos va a hacer ahora... Solo nos queda eso, la espera, esa espera, que en las noches de Febrero, gozamos de ella, del sabor de la miel en los labios, cuando nos van llegando los primeros olores del azahar que perfuman nuestras calles, cuando sabemos que ya está próxima, pero con el temor, de que solo dura una semana, y luego se nos volverá a ir... quedan 144 días para la Gloria, pero no la Gloria que acaba de terminar, sino la Gloria de una semana, donde dejamos de soñar lo vivido, para vivir lo soñado.